Las células madre. Un impacto en los pacientes con Artritis

Las células madre son los pilares básicos de todos los tejidos humanos y  pueden ser capaces de curar el tejido dañado en los pacientes con Artritis, lo que reduce el dolor y aumenta la movilidad. Este impacto puede atribuirse a las capacidades antiinflamatorias de las células madre mesenquimales.

La artritis es la hinchazón y la sensibilidad de una o más de las articulaciones. Los principales síntomas de la artritis son dolor y rigidez de las articulaciones, que suelen empeorar con la edad. Los tipos más frecuentes de artritis son la artrosis y la artritis reumatoide.

La artritis reumatoide (AR) es una afección inflamatoria crónica que afecta no solamente a las articulaciones. La enfermedad puede dañar una variedad de sistemas corporales en algunas personas, incluso la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.

La artritis reumatoide no tiene cura. Estudios clínicos indican que la remisión de los síntomas es más probable cuando el tratamiento comienza temprano con medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad.

La terapia con células madre mesenquimales (MSC) representa una herramienta terapéutica prometedora para tratar la AR, principalmente por su capacidad de diferenciación en linajes celulares específicos, la liberación de factores solubles y citoquinas, propiedades hematopoyéticas y efectos inmunomoduladores necesarios para controlar patologías como la AR.

Sobre la terapia con células podemos enumerarte las siguientes ventajas:

  1. Tienen propiedades inmunológicas:
    Las células troncales no solo tienen propiedades que favorecen la regeneración de las articulaciones gastadas, sino que también ayudan a regular el sistema inmunitario y, con ello, a mejorar su funcionamiento.
  2. Los tiempos de recuperación son más reducidos.
    Si comparamos este tratamiento con el uso de corticoides u otros métodos tradicionales para paliar el reumatismo, las células stemreducen el tiempo que los pacientes tardan en experimentar los efectos positivos. En algunos casos, el tiempo de recuperación se reduce al 15 y el 35 %.
  3. Se pueden suministrar en varias dosis.
    A diferencia de otras sustancias, ante las cuales el cuerpo suele desarrollar rechazo o alergia, las células troncales pueden ser utilizadas a libre demanda, según cuando el paciente las necesite. No existe un límite establecido de dosis para un paciente determinado. Por esta razón, las sesiones de extracción e implantación puedan repetirse continuamente. Obviamente, dichas sesiones deben estar supervisadas por un experto, el cual determinará su frecuencia y número.
  4. No presentan reacciones secundarias dañinas.
    Las células troncales son una materia prima de origen natural. En muchas ocasiones, provienen del paciente. Por eso, no son rechazadas por el sistema inmunológico y el paciente puede asimilarlas con una mayor naturalidad, sin sufrir ninguna reacción secundaria adversa o alérgica.
  5. Su extracción es casi inmediata.
    Con los métodos de extracción desarrollados últimamente, el paciente experimenta menos dolor. Además, estos procedimientos son menos incómodos e invasivos. Esto favorece el bienestar de la persona durante el proceso de extracción e implantación. Del mismo modo, el beneficio puede verse en el tiempo de recuperación del paciente y en la mejora de su calidad de vida.

Cabe añadir que este procedimiento con células madre necesita anestesia local o regional, y la sesión tiene una duración aproximada de 25 a 40 minutos.

Por último, aunque los datos recientes arrojan resultados prometedores, la terapia con células madre no puede considerarse una “cura” para la artritis reumatoide (AR). Sin embargo, las células madre mesenquimales pueden ayudar significativamente a los pacientes con AR mediante la reducción de la inflamación y la estabilización del sistema inmunológico.

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